“El grafiti es aquello que hace que la ciudad sea más interesante que el grafiti.”
Matrieu Tremblin
Un recorrido por las calles y barrios de Madrid a través de un viaje por la historia del grafiti y el arte urbano. Así es la nueva Guía del arte urbano de Madrid. Su autor, Javier Abarca, no es un observador cualquiera, es uno de los pioneros del grafiti que durante cuatro décadas ha compartido aventuras con grandes figuras del arte callejero madrileño. Todo este conocimiento le lleva en 2006 a ser el profesor que impartió la primera asignatura universitaria en el mundo sobre grafiti y arte urbano. “Mi papel en estos fenómenos pasó a ser sobre todo el de un observador que ata cabos, desvela capítulos ocultos y crea nuevas fórmulas de estudio”, explica el propio autor.
Neorrabioso pared - r2hox ALTA. Cortesia: R2hox
Por eso, las páginas de este libro repasan la historia de esta cultura, pero, sobre todo, proporcionan las claves para disfrutar del arte de la calle en sus propios términos. Aspectos subculturales, sociales, históricos y geográficos que se entretejen alrededor de estas formas de artes, que sirven de inspiración y le dotan de sentido.
Sin duda, Una historia que había que contar, tal y como se titula la introducción de esta guía, en la que Javier Abarca explica que “el protagonista de este libro es el grafiti, y también el arte urbano furtivo que surgió de él: un legado cultural que en Madrid se remonta a los ochenta y cuyo verdadero valor solo ahora se comienza a comprender”.
El legendario colectivo madrileño de artistas activistas El Cubri pintando un mural político en el barrio de Portugalete, mediados de los 70. Cortesía: Museo Reina Sofía. Colección Archivo Lafuente.
Y es que ya era el momento de recopilar en un libro la obra de los más destacados grafiteros, desde la historia del primer muralista furtivo hasta artistas únicos en el panorama internacional, como Eltono, Suso33 y SpY, pasando por el grafitero más querido de Madrid, Muelle.
El libro contiene 15 capítulos con toda la historia del arte urbano. Desde las Pinturas Negras de Goya en Madrid, una historia llena de sorpresas hasta las Leyendas de Madrid, pasando por capítulos con mucha historia sobre la Guerra y Dictadura en los muros de Madrid, la Transición, murales y contracultura y El Madrid de los trampantojos, otros más específicos como Muelle, el grafitero original, Las firmas castizas de los flecheros, Madrid y el grafiti americano, El grafiti toma la capital, La explosión del arte urbano y Estrategias del arte furtivo, así como un repaso de los barrios de Lavapiés, el epicentro y Malasaña, mucha calle, para finalizar con De las firmas a las fachadas y De la calle a la colección.
Una completa variedad de capítulos ilustrados con impresionantes fotografías y firmas de distintos grafiteros, que acompañan el texto a modo de reportaje proporcionando la información de manera clara y precisa.
Demolición con obras de Remed y 3ttman de finales de la década de 2000, ilustra la transformación de Lavapiés. Cortesía: Miss Kaliansky.
La historia de un libro que, en parte, es también la historia del propio autor. Y es que Javier Abarca fue uno de los flecheros que imitaban a Josesa, visitó a Muelle en su casa, acudió a la FAD para que le dieran dos espráis, descubrió el grafiti americano en el Terreno, hizo el viaje iniciático a Alcorcón, consiguió Subway Art en el Reina Sofía, participó en las exposiciones en la Galeria D, fue iniciado por los QSC en las cocheras del metro, fundó el grupo que lideró la explosión del grafiti en los vagones, fue discípulo de Kami y viajó con Poncho en el primer Interrail de grafiteros madrileños por Europa; entre muchas otras vivencias más, que aparecen relatadas en las páginas de esta guía.
Foto muy rara de artistas activistas de los 70 pintando un mural politico en un barrio de Madrid. Cortesía: Museo Reina Sofía. Colección Archivo Lafuente.
En definitiva, Guía del arte urbano de Madrid es el libro referente para cualquier apasionado de los grafitis y el arte callejero. Una tendencia apasionante ya que, tal y como el propio Javier Abarca afirma en el epílogo, “la ciudad está viva y cambia siempre, y el arte furtivo cambia con ella. Hablar de la historia del grafiti y el arte urbano de Madrid es hablar de memorias”.
Bienvenido a la historia menos contada de las calles de Madrid.