Texto: José Alejandro Adamuz
Fotos: 123RF y Dreamstime.

Los primeros surferos de los que se tiene noticia en España fueron del norte. Félix Cueto y Amador Rodríguez en Asturias, Jesús Fiochi, con una tabla traída de Francia porque aquí no había, en Cantabria, y José Luis Elejoste en el País Vasco. Todos se lanzaron a cabalgar las olas en los primeros años de la década de los sesenta, cuando los Beach Boys comenzaban a sacar sus discos y hacían popular la cultura surf californiana en el resto del mundo. Al poco, los hermanos Gutiérrez Ozámiz se convirtieron en pioneros en las playas de Cádiz. Hoy, el surf ya no es cosa de pioneros, si no que se ha extendido por todo el litoral español.

José Alejandro Adamuz, autor y conocedor de las mejores playas en España, nos recomienda algunas de las mejores para practicar surf, pero si quieres conocer los secretos y descubrir las mejores playas españolas hazte con el libro, recientemente publicado, ‘Playas de España que no debes perderte’ , un must para este verano.

 

Sigue leyendo porque estas son algunas de las mejores donde puedes practicar surf:

Playa de Mundaka (País Vasco) -la mejor ola izquierda de Europa-

No son pocos los expertos que afirman que el mejor lugar para surfear en España es la playa de Mundaka. Y es que en esta playa ubicada en la Reserva de la Biosfera Urdaibai, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, tiene una de las mejores olas de izquierdas de Europa, pudiendo alcanzar los 4 metros de altura y 400 de longitud. La mejor época es de octubre a abril. Y para cuando se guarde la tabla, queda visitar el bello puerto pesquero y contemplar la ría de Mundaka desde la bella Ermita de Santa Catalina.

Playa de Pantín (Valdoviño, A Coruña) -la más mítica de Galicia-

Se suele decir que, si no hay olas en Pantín, no las hay en ningún lugar de Galicia. El arenal se abre al mar con olas consistentes que rompen tanto de derechas como de izquierdas, pero aquí hicieron de inconveniente virtud y pasaron a convertirse en una de las playas míticas del campeonato del mundo de surf, con el Pantín Classic Pro, que se viene celebrando desde el 23 de septiembre de 1988 y que le ha dado fama internacional.

Playa de Famara (Teguise, Lanzarote) -el hawaii canario-

Esta playa majestuosa de seis kilómetros, escoltada por el risco montañoso que le da nombre, fue la favorita de César Manrique. Hoy, a pesar de que al gran artista no se le conocía afición por cabalgar olas, se ha convertido es una de las más famosas para practicar surf de la isla. Solo le hace sombra El Quemao. Por su paisaje, es algo así como surfear en la Luna. las mejores condiciones, en invierno, pero ¿qué importa con temperaturas medias de 20 grados durante todo el año?

Playa de Bolonia (Tarifa, Cádiz) -olas y arqueología-

Se suele decir que Tarifa es la capital europea del viento porque sopla casi 300 días al año. Eso sí, para tales menesteres, funciona mejor con los vientos marinos del noreste. Y si no hay olas, siempre quedará surfear en la duna, que es como se conoce popularmente al Monumento Natural de La Duna de Bolonia, todo un espectáculo de más de 30 metros de altura que domina el vasto sistema dunar al que pertenece. El enclave, al estar en los límites del Parque Natural del Estrecho, es uno de los menos transformados de la costa gaditana.

Playa de Rodiles (Villaviciosa, Asturias) -la jurásica-

Enmarcada en la Costa de los Dinosaurios asturiana –llamada así por el hallazgo de numerosos yacimientos del período jurásico–, la desembocadura de “la barra”, como se conoce a la Ría, y una ubicación en una zona muy abierta con fuerte oleaje y mareas, la convierte en un paraíso para los amantes de las olas más rápidas. Con marea baja, justo en la desembocadura de la ría, se produce un tubo formado por una ola de izquierda que dicen que rivaliza con la de Mundaka. Es una playa tan espectacular como exigente, por lo que es para surfistas expertos.

Playa de Oyambre (Valdáliga, Cantabria) -surf y chiringuito-

En la frontera del Parque Natural de Oyambre y la Ría de la Rabia, Oyambre da la sensación de que no se puede abarcar en un sólo día. Hay de todo, pequeños acantilados, campo de dunas, bosques, prados... El arenal ocupa cerca de 2 kilómetros de longitud en línea recta y tiene picos variables. La mejor época para surfearla es en otoño e invierno. Para acabar el día, hay que subir hasta el ‘Rayo Verde’, en la vecina Comillas, un chiringuito en medio de un prado con ambiente muy surfero.

Playa de Somo (Ribamontán al Mar, Cantabria) -la ciudad del surf-

En la década de los 60 esta playa vio a los primeros surfistas de España. El asturiano Félix Cueto Serrano y el santanderino Jesús Fiochi se convertían en leyenda al cabalgar las primeras olas en el país. Hoy, conviven los surfistas con sus trajes de neopreno y coloridas planchas junto a los peregrinos del camino de Santiago. Ribamontán al Mar apuesta por el surf. Las playas de Somo y Loredo se han convertido en uno de los destinos soñados de surferos de todo el mundo. Por supuesto, ayudan los 300 días de olas al año de derecha e izquierda y las diferentes escuelas de surf existentes, lo cual hace que sea una de las ciudades españolas con más surfistas residentes.

Playa de A Lanzada (O Grove, Pontevedra) -para novatos-

Esta playa fue una de las primeras en ver ondear la famosa bandera azul, y desde entonces, sigue siendo una de las fijas de la costa gallega. Los grupos de delfines que se suelen ver en las inmediaciones son una buena muestra de la calidad de las aguas. Por ubicación, A Lanzada recibe fuerte oleaje y vientos intensos del norte, por lo que está en el mapa de la mayoría de surfers españoles. Sobre todo, en primavera y verano cuando la ola es bastante tendida. Esta característica la convierte en una de las mejores playas para iniciarse en el surf.

Playa de Mazagón (Palos de la Frontera, Huelva) -ambiente surfero-

La primera impresión que da es la de haber llegado a una extensa playa de carácter urbano y familiar, pero tienen su corazoncito surfero, especialmente en invierno, cuando la constancia de olas es mayor. En la provincia de Huelva no fue hasta principios de los 70 cuando un grupo de jóvenes de Matalascañas se interesaron por coger olas. Para que haya olas se deben cumplir dos requisitos: marejada proveniente del oeste y vientos de componente norte, lo cual se da sobre todo en invierno.

El Palmar (Cádiz) -la más salvaje de Andalucía-

Es el verdadero epicentro del surf andaluz. 8 kilómetros de arena con aguas cristalinas, salpicadas por rocas, con olas de derechas perfectas para todos los niveles de surf. El éxito está en el ambiente, en los chiringuitos, los chill out para la copa nocturna, las puestas de sol…  y la gastronomía, que pillar olas da hambre. Aquí lo mejor de la gastronomía es el atún.

¡A surfear!