Texto: Pedro Pardo
Fotos: Pedro Pardo

Sabemos que estabas deseando descubrir cuáles son las 11 últimas carreteras que Pedro Pardo, autor del libro 40 rutas en moto por España y Portugal, nos había empezado a recomendar en el post de nuestro blog viajero de la semana pasada. Pues aquí las tienes…

Ruta 11: Serra da Estrela (Portugal)

Entre Manteigas y Sabugueiro la carretera (N 232) tiene que ganar un importante desnivel en una distancia relativamente pequeña. El resultado es bien conocido: vueltas y revueltas que parecen no tener fin, a la par que las panorámicas sobre las montañas y los valles van ganando en majestuosidad. Y aquí se encuentra el puerto más elevado de todo Portugal, el de Cabeça do Velho (1.200 m).

Pero es el trecho que separa Seia de Covilha el que, seguramente, debería ostentar el título de carretera más espectacular, y no sólo de esta sierra sino de todo Portugal. Llega a alcanzar la estimable cota de los 1.800 m por lo que las nieves no desaparecen de los arcenes hasta bien avanzada la primavera, y las panorámicas son extraordinarias: paredes graníticas y laderas que caen en picado, los embalses de altura, los regueros de agua. Todo, como la carretera misma, es propio de la alta montaña.

A pesar de las heladas invernales, las condiciones del firme no son malas, ni las curvas son excesivamente exigentes (solo cerca de Covilha se retuercen en cerradas revueltas; pero son pocas).

Serra da Estrela (Portugal)

Ruta 12: El puerto de Piornal (Cáceres)

Los robles descienden hasta el borde del asfalto donde crecen los helechos y las violetas. Si la ascensión por la cara norte del puerto del Piornal (1.269 m) se hace por una carretera raquítica cuyas curvas tienen la propiedad de acumular la arena que se desliza por sus inclinados desniveles, y el descenso hasta Garganta la Olla impresiona. Un estrechísimo serpentín tiene que salvar el pronunciado desnivel de las lomas de la sierra de Tormantos precipitándose hacia el Jerte. La panorámica sobre el valle y los montes de Tras la Sierra es soberbia. Todo lo que tiene de hermoso este puerto también lo tiene de peligroso, pero vale la pena. Hay que conducir con todos los sentidos en alerta porque las curvas parecen trazadas para esconder sorpresas.

Ruta 13: El puerto de Mijares (Ávila)

El puerto de Mijares (1.570 m) es una ruta muy poco utilizada para cruzar de un lado a otro de la sierra de Gredos. No es que se encuentre en las peores condiciones, pero no es más que una carreterita de montaña, estrecha, con las rayas discontinuas a cada lado, ya casi desdibujadas. La dificultad del camino desanima a los automovilistas, pero las curvas cerradas y los desniveles que salvan lo hacen realmente emocionante para los motoristas. Si a eso le sumamos las espléndidas vistas panorámicas (mejores que las del puerto del Pico, que es el que se lleva la fama) de todo el recorrido, la suma de alicientes es enorme.

Puerto de Mijares (Ávila)

Ruta 14: El Parque Regional de la Sierra de Gredos (Ávila y Salamanca)

La carretera entre Candeleda y Arenas de San Pedro es un delicioso trayecto que se hunde en la umbría de un bosque formado por una densa concentración de pinos de buen porte. Por encima de las copas de los árboles, el pico de La Mira y Los Galayos, elevándose como para empequeñecernos, por grande que sea la moto que manejemos.

Carretera netamente de montaña, estrecha como una antigua pista maderera a la que se cubrió con una capa de asfalto. Salva un considerable desnivel en un terreno muy accidentado por el que puede esperarse todo lo que una ruta montañera ofrece, al cien por cien.

Ruta 15: Los Montes Universales y la sierra de Albarracín (Cuenca y Teruel)

Trayecto fascinante que une el Bajo Aragón y el centro de la Península. El recorrido sigue entre oscuros desfiladeros y trechos aéreos, desde donde dominar una vasta panorámica serrana. Pero hay más para los motoristas en ruta; una carretera lujosa porque tiene de todo en abundancia: firme, arcenes, pintura… y, sobre todo, unas curvas que forman arcos de unas circunferencias enormes. Es imposible resistirse a la tentación de dejar caer la moto y ponerla en pie con la sensibilidad trasmitida a través del puño. Así hasta la siguiente, algo más de 150 km absolutamente recomendables. La carretera que sube al Cubillo y llega hasta Albarracín muestra, sin moderación, todas esas características: dos puertos de cota estimable, sectores montaraces de agreste factura, hoces profundas enmarcadas por poderosas paredes de roca caliza, cristalinos ríos que serpentean a sus pies como una línea paralela a la carretera; apretados bosques de pinos negros y albares, praderas de montaña.

Montes Universales y la sierra de Albarracín

Ruta 16: El puerto del Remolcador (Castellón)

En l´Alcora arranca un tramo montañero que se encuentra entre los más bonitos de toda la fachada levantina. Exigente en la conducción, si se le quiere extraer todo lo que ofrece su generoso trazado, ofrece, a cambio, compensaciones excepcionales: los montes, por los que la carretera se tiende como un serpentín (apenas unas pocas revueltas), son preciosos, como los densos bosques de pinos que los cubren. Las vistas sobre los profundos valles y barrancos, y de los picos cimeros del macizo, son extraordinarias. Un recorrido único.

Ruta 17: Sierra de Cazorla (Jaén)

Esta ruta recorre de norte a sur el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, el más grande de Europa. Se trata de un recorrido de unos 100 km por una carretera de montaña con todas las consecuencias, en trazado y dimensiones, y, claro, en encanto, a lo que contribuyen los parajes semialpinos del entorno del embalse de El Tranco. Además, los 20 km que separan Beas de Cortijos Nuevos deberían figurar en una antología de lo mejor para motoristas. Una carretera de montaña que ondula amablemente sus humildes dimensiones como lo hace una curva de nivel en un mapa. Delicioso. Su estado de conservación es razonablemente bueno y, si el tráfico lo permite, conducir por sus varios centenares de curvas se convierte en una experiencia realmente excitante.

Panorámica de Cazorla (Jaén)

Ruta 18: La ruta del Veleta (Sierra Nevada)

Son apenas 40 km los que separan la capital hasta el punto más alto, donde se levantan unas instalaciones militares de montaña. Se alcanza la cota de 2.500 m bajo las lomas del pico Veleta (3.392 m) y constituye, probablemente, la carretera más espectacular de más de media España, sobre todo en primavera, cuando las nieves todavía cubren todo lo que queda a la vista, desde las cimas, hasta los arcenes (en verano quedan a la vista las pistas de esquí y los desmontes afean la magnificencia del paisaje).

Todo el recorrido se hace por una estupenda carretera en perfecto estado con un tipo de curvas que hacen de la conducción una experiencia divertida. La mala noticia es que el tráfico es bastante intenso.

Ruta 19: La sierra de Huelva

Los 75 km de la N 630 que separan Sevilla de la Venta del Culebrín (Monesterio, Badajoz), son algo así como un regalo que ha hecho el Ministerio de Fomento a los motoristas. El mismo que ha hecho a los automovilistas con la apertura de la autovía A 66. Y todo el mundo tan contento. Despejada casi por completo de tráfico, el sinuoso trazado de la carretera, en bastante buen estado de conservación (aún no ha tenido tiempo de deteriorarse), hará las delicias de los más exigentes aficionados a viajar sobre dos ruedas.

Sierra de Huelva

Ruta 20: La Punta del Santo (Almería)

Entre colinas de pizarra moteados de arbustos y el azul intenso del mar Mediterráneo, se va abriendo paso una carretera que parece puesta ahí para disfrute de motoristas en ruta. Y cuando se separa de la costa, siempre brevemente, el paisaje se vuelve semidesértico, casi marciano, y la carretera, que se ondula entre los secarrales, parece de película americana del Oeste. Hay trechos memorables, como el que discurre a los pies de la sierra Almagrera y, sobre todo, el que trepa la Punta del Santo. Para no perdérselo.

Ruta 21: La sierra de Grazalema (Cádiz)

Entre Grazalema y Ubrique, el recorrido salva un suave desnivel a los pies de poderosas paredes verticales de roca, entre praderas de montaña, y donde pastan todo tipo de animales de cuatro patas. La estrecha carretera está tan mimetizada con el paisaje que, ante la más mínima irregularidad del terreno, desaparece de la vista. Sin quitamiedos, al mismo nivel que las praderas, una auténtica carretera delicatesen. Las preciosas vistas panorámicas, como la que se consigue desde el puerto de El Boyar (1.103 m), sobre los picos y valles, los bosques y los pueblos blancos, perfectamente encajados en el paisaje, son alicientes añadidos a una ruta extraordinariamente pintoresca.

Desde el puerto de Galis (417 m), donde se abre una venta muy frecuentada por motoristas en ruta, puede seguirse una carreterita, la CA6108, por un entorno tan hermoso como solitario; un trecho de dimensiones liliputienses pero practicable en toda su longitud. Bordea el perímetro del embalse de Guadalcacín, una preciosidad que sabrán apreciar quienes aman las rutas por parajes solitarios inmersos en parajes naturales de gran belleza.

Ronda (Málaga)