60 especies diferentes; denominaciones como espliego o cantueso, según la variedad; de un color que va del violeta al púrpura pasando por el lila intenso o el malva; un aroma que nos traslada a otro mundo; y una historia que se remonta a épocas romanas en las que ya la utilizaban para perfumar la ropa y el baño. Sí, hablamos de la planta de la lavanda. Su cosecha es motivo de festividad durante el mes de julio en diferentes partes del mundo y sí, también en España, a escasos kilómetros de Madrid, en el corazón de La Alcarria, en Brihuega (Guadalajara).

 

A una hora aproximadamente, en coche, de Madrid nos espera en el mes de julio esta fiesta para los sentidos que todo viajero debería experimentar. La evocación del verano que contiene toda imagen de un campo de espliego cuando la luz del atardecer satura el tono entre azul y violeta de sus flores y dejarse llevar por su olor es un plan perfecto para la escapada perfecta en este momento del año.

Hace algo más de 30 años, un agricultor briocense en busca de cultivos más rentables descubrió que los campos de Brihuega presentaban unas condiciones que nada tenían que envidiar a la Provenza francesa. Y se lanzó a la aventura. Hoy, el espliego cubre más de 1.000 hectáreas y con él se produce un aceite esencial de primerísima calidad. No en vano, en Brihuega se procesa el 10 por ciento de la producción mundial de lavanda con tres destilerías donde se extrae el aceite de la planta y varias tiendas en las que se comercializan los productos cosméticos y de belleza derivados.

La fiesta de la Lavanda

Cada año, el páramo alcarreño se tiñe de morado y atrae a un número creciente de visitantes y Brihuega lo celebra por todo lo alto con el Festival de la Lavanda con conciertos musicales que tiene lugar al atardecer, en pleno campo, cuando las flores alcanzan la máxima concentración de aromas, y ante un público que debe asistir vestido de blanco, el color que más contrasta con el de la lavanda. Lo que comenzó como una sencilla fiesta entre amigos, se afianza en el panorama festivo español y se ha convertido en una de las citas imprescindibles del verano para todos los amantes de la música, la gastronomía, la naturaleza y el deporte. 

Si quieres saber más sobre esta provincia encontrarás toda la información en la Guía Total de Castilla-La Mancha

La Provenza y la lavanda, unidas para siempre

«Imposible disociar la lavanda de Provenza. Todos tenemos presentes las fotos de campos violetas de lavanda de los montes de Vaucluse, de Sault o de la meseta de Valensole», ya lo advierte nuestra guía Provenza y Costa Azul  donde los campos de lavanda son uno de sus principales atractivos turísticos y una de las imágenes más características. Hasta un Museo de la Lavanda, que es muy recomendable visitar, tienen y que fue creado en 1991 por la familia Lincelé, que se dedica al cultivo y la destilación de la lavanda desde hace varias generaciones y en cuyas tierras prospera una variedad específica que solo crece en las montañas de la Alta Provenza. Además, es casi inevitable topar con el museo, pues Coustellet es un pueblo con una privilegiada ubicación, un cruce de caminos entre el Luberon y los montes de Vaucluse, y en la ruta que une Aviñón y Apt.

En la Provenza, la lavanda florece a mediados de junio (cada vez más temprano debido al cambio climático) y se cosecha a finales de julio. Este mes es el que los aficionados a la fotografía suelen elegir para instalar trípodes y angulares, a primera hora de la mañana o a última de la tarde, para capturar las geometrías de los campos de lavanda bajo la mejor luz. Otros turistas prefieren apuntarse a las distintas posibilidades que ofrecen las oficinas de turismo de la zona: visitas guiadas por los campos y las destilerías, excursiones en globo para ver los campos desde el cielo, visitas a jardines de plantas aromáticas y medicinales, etcétera.

La lavanda como símbolo en otros países

También es un símbolo en Croacia, donde dicen que es el «olor de la patria». Concretamente en la isla de Hvar, conocida como «la isla de la lavanda», sus habitantes procuran preservar el cultivo ecológico de esta especie, así como los métodos tradicionales de plantación y siega. Si quieres conocer a fondo este destino de los Balcanes tenemos toda la información en nuestras guías.

En Portugal, que la tiene como su flor nacional, en el Alto Alentejo, la Quinta das Lavandas, en el entorno del Parque Natural de la Sierra de São Mamede, es uno de los agroturismos que han hecho de la flor uno de sus más seductores reclamos. Te dejamos toda la información en nuestra Guiarama sobre el Alentejo.

Texto: Francesc Ribes
Fotos: Festival de la lavanda, Brihuega y 123 RF